Balsas
Salvavidas
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Antes de abordar este tema creo interesante que reflexionemos sobre la clásica pregunta ¿es necesario llevar una balsa abordo? Están quienes se inclinan por decir que no, utilizando los más variados argumentos: el barco es nuevo, siempre navego cerca de la costa, soy un excelente nadador, según las estadísticas es muy difícil que suceda un naufragio y finalmente, solo se exige balsas en caso de navegación oceánica y yo hago costera. Los que consideran que es necesario llevar una balsa, utilizan un único argumento: “mi vida y la de las personas que van a bordo valen más que su costo”, ya que el principal motivo, no argumento, por el cual alguien decide no llevar una balsa, es su costo de adquisición y mantenimiento. Parecería ilógico que en un velero o crucero de $ 10.000 tuviéramos que llevar un artefacto de estos cuyo valor ronda entre los $ 2.000 a $ 4.500 e incluso más. Pero acaso ¿la condición de naufrago no es similar sea cual sea la embarcación?. Creo que la decisión tiene que pasar por el tipo de navegación que habitualmente realizamos. Si mis singladuras se desarrollan en el Delta, ríos interiores o zonas en las que es esperable una pronta ayuda o acceso rápido a la costa, pareciera no tener mucho sentido la utilización de balsas. Si mi navegación se desarrolla en aguas abiertas, el asunto toma otro matiz. Recuerdo un viaje a Colonia de noche, con bastante mal tiempo en un Aries 37 en donde se me pasó por la cabeza preguntarme ¿que ocurriría si se produce una emergencia que implicara el naufragio del barco?, ¿qué posibilidad tendríamos con esa temperatura del agua (era invierno) de sobrevivir con un chaleco salvavidas y un circular hasta que llegara ayuda?, y ¿que posibilidades tendríamos si contáramos con una balsa abordo? Como no teníamos balsa preferí pensar en otra cosa y no responderme esas dudas!!! Por cierto, en la reglamentación Argentina no se exige una balsa como elemento de seguridad para viajar a Colonia. Sólo es necesario que nos ocurra una vez, para que nos demos cuenta lo equivocados que estábamos al especular con las probabilidades respecto de nuestra seguridad. Sin duda contar con una balsa multiplica en muchas veces, nuestra posibilidad de salir bien de un naufragio. Por último recordemos que los manuales de la RORC recomiendan únicamente abandonar el barco, cuando en la bañera, el agua nos cubra la rodilla en forma permanente. Hay demasiados casos de personas perdidas en su balsa salvavidas donde posteriormente se ha encontrado su barco vacío en perfectas condiciones de flotabilidad. Uno de los más conocidos sucedió en la regata Fasnet de 1979, en la que de los 21 barcos abandonados, se recuperaron 16 a flote, produciéndose un total de 8 desaparecidos durante esos abandonos. Un barco siempre será mucho más seguro, cómodo y protegido que una balsa salvavidas y, por lo tanto, no debe abandonarse hasta que no exista ninguna posibilidad de permanecer abordo. Para la realización de este trabajo fueron consultadas las páginas de las empresas Zodiac, Bombard, Avon, Givens y las publicaciones: Holland Maritime, Ocean Industry y Shipping World Temario: |