INVERNAJE

Por lo general, las embarcaciones pequeñas, propulsadas con motores fueraborda o dentro fueraborda, suelen ser sacadas del agua al finalizar la temporada e invernadas en tierra. Esto puede facilitar algunas de las operaciones a realizar en el motor, pero no todas. Recordemos que el motor se refrigera por agua y que en caso de que debamos trabajar con el motor en marcha deberemos instalarlo en un banco de pruebas o suministrarle agua de algún modo más o menos eficaz.

Los orificios de entrada del agua de la refrigeración situados en la cola de los motores fueraborda o dentro fueraborda deben permanecer limpios Para que no se produzca una reducción de caudal.

Tener el barco en una nave o en tierra permite, también, limpiar el casco y verificar el estado de todos sus apéndices, como las transmisiones, ejes, hélices, timones, correderas, etc. Hay que hacer hincapié en el estado de los ánodos auto sacrificantes de zinc que se instalan en todos los elementos mecánicos sumergidos para protegerlos de la corrosión galvánica. Los ánodos deben ser sustituidos antes de que su desgaste los haya reducido al 50 % de su tamaño original. Su precio es muy económico y su sustitución nos puede evitar importantes averías, así que en caso de duda, cámbielos.

Los ánodos auto sacrificantes de zinc deben ser cambiados cuando se ha consumido un 50% de su volumen y nunca deben ser pintados.

Pero, atención, si tienen que pintarle el casco, aplicar antifouling o cualquier otra operación semejante, espere a cambiar los ánodos después de pintar. No todos los operarios saben que los ánodos pierden su eficacia totalmente si se pintan y no sería extraño que les dieran un par de capas en el varadero. No sería la primera vez que se pinta un casco antes de limpiarlo... Por cierto, no todos los ánodos están en el exterior del barco, algunos están en el interior del motor, para evitar la corrosión producida por el agua de la refrigeración. También estos deben cambiarse.