ENCENDIDO Y BATERIAS

Los sistemas eléctricos deben ser revisados preferiblemente por un especialista, que cada temporada verificará el sistema de encendido, los platinos -si los hay- el avance, etc. Lo que sí puede hacer el usuario es comprobar que el rotor y los contactos de la tapa del distribuidor están limpios y secos, así como rociarlos con un aerosol antihumedad. Los conectores que van enchufados, como las caperuzas de las bujías, deben protegerse con una grasa adecuada. También las bujías deben sustituirse una vez al año o, en todos los casos, cada cien horas de funcionamiento. Los cables y las caperuzas deben ser verificados y protegidos con el mismo aerosol antihumedad, lo mismo que la parte posterior de los conmutadores en el panel de control; una buena idea es, una vez desconectada la batería, poner todos los conmutadores en posición de contacto para evitar que se oxiden los terminales.

La tensión y la integridad física de la correa del alternador debe comprobarse cada 100 horas, aproximadamente.

Las baterías constituyen una parte fundamental del equipo propulsor pues, salvo si se trata de un fueraborda de arranque manual, resultarán imprescindibles para poner el motor en marcha. Recuerde comprobar que los polos no estén recubiertos de óxido. En caso contrario límpielos y lubrifíquelos antes de conectar de nuevo los cables (rojo positivo, negro negativo). También hay que comprobar el estado de la carga y el nivel del líquido, llenándolo con agua destilada. Si la batería permanece en la embarcación durante el invernaje, debe estar en su máxima carga, si por el contrario se saca de la embarcación es preferible comprobar su estado aproximadamente cada dos meses, pues si llegase a descargarse del todo perdería potencia. Incluso las baterías "sin mantenimiento" precisan de nuestras atenciones.