2. REFLECTORES DE RADAR
Se ha de instalar el reflector en un lugar alto y protegido, de la forma que se indica en cada modelo, y no hay nada mejor que comprobar el eco que da nuestro barco preguntándoselo al oficial de guardia de un mercante por VHF. Si nos comunicamos de la forma adecuada con un buque mercante durante una travesía, esta comprobación nos dará la certeza de que damos un buen eco en la pantalla. Los clásicos radares octoédricos se han de colocar lo más altos posible, de ser posible en el tope del mástil, en una posición estable, y sus aristas no tienen que estar verticales, sino que se ha de colocar en la posición que -es una forma de hablar- facilitaría la recogida de lluvia. En la mayoría de la flota mercante -y si es de bandera española, en su totalidad- expertos profesionales montan guardia las 24 horas del día, pero es pedirles imposibles que vean las luces del casco de un velerito colocadas a un metro del nivel del mar, y encima sin reflector de radar. |