3 Mover la carga

Es el recurso más empleado en los botes pequeños, donde se desplaza la carga hacia proa o popa para planear o ganar en velocidad o comodidad. Todos hemos visto gomones en los que el patrón se sienta más o menos adelante, o que coloca el depósito (le combustible en una u otra posición. Sentar a todos los ocupantes en la misma banda tiene un claro efecto escorante hacia ese lado; sentarlos en la proa tiende a facilitar el planeo y hacerlo en popa lo dificulta pero, si el barco ya ha alcanzado el planeo, puede servir para que las hélices agarren con más consistencia y aumentar la velocidad.

En las carreras de lanchas neumáticas, donde está prohibido el uso del power-trim, el copiloto actúa como lastre móvil y se abalanza hacia proa para facilitar el planeo; una vez conseguido, retrasa su peso para buscar la máxima tracción.

En los barcos grandes los diseñadores deben velar por una correcta ubicación de los pesos-motores o mobiliario- y de la carga; así, los depósitos de agua o combustible serán distribuidos de forma consciente, teniendo en cuenta el distinto asentamiento cuando estén llenos o vacíos. Es frecuente que los modernos barcos de desplazamiento que pretenden mayores velocidades, como son los llaúds o menorquinas, (tipo de embarcación deportiva muy popular en España) instalen su depósito de agua potable en proa, a menudo bajo la cama principal, para favorecer el descenso de la proa cuando el barco acelera.

Otro ejemplo se encuentra en los gomones o en las pequeñas lanchas donde el puesto de gobierno, la consola o el asiento tipo "jockey" suele instalarse descentrado a estribor. Esto es así para compensar el efecto de la hélice, habitualmente dextrógira, que tiende, como reacción al impulso, a escorar el barco hacia babor.

Muchas embarcaciones propulsadas con fuera de bordas utilizan braquets o soportes separadores, con la finalidad de mejorar la relación entre la hélice y la obra viva.