Fuente: Revista YATE Agosto 1996 Nº 359

Su maniobra cambia nuestra forma de navegar. Hacen arrancar a espectacular velocidad a los veleros concebidos para ellos. ¿Terminarán con los spis tradicionales y, sobre todo, nos liberarán de la maniobra del tangón?

Por Carlos Serra
Fotografía: Alfred Farré
Ilustraciones: Lali García

A nadie, empezando por el proel que brega en proa durante la trasluchada, le ha gustado nunca el tangón. Demasiada complicación para aguantar una única vela.

Eso de la contra, el amantillo y el carril del palo podría por fin quedar olvidado si se impone la nueva moda de los spis asimétricos, que precisan sólo de un cabo de amura y una escota, además de la driza.

Aparecieron primero en los barcos Open, se experimentaron con éxito en la Copa América y en la clase WOR 60 de la Whitbread, y han pegado fuerte en veleros como el Brenta 24 o el Melges 24, diseñados especialmente para que puedan usarlos.

En los últimos meses han aparecido numerosos monotipos, diseñados especialmente para navegar con spi asimétrico montado sobre botalón, como es el caso del GM24.

Aparte de esos ejemplares de alta competición, también los podían utilizar hasta ahora los cruceros que regateaban en CHS. Pero el empujón lo ha dado la regla IMS al admitirlos en sus competiciones. Según Jordí Doménech, de Toni Tió Velas, esa admisión es un claro intento de integrar en la regla una vela que ya se utilizaba en numerosos barcos.

El nuevo Azur de Puig, un Farr IMS construido en Italia para el equipo que lidera la Infanta Cristina de Borbón, tiene en su guardarropa un spi asimétrico cuyo rendimiento todavía se tiene que comprobar.

Por su parte la velería North Diamond España ha dado a conocer que ha fabricado varios para un competitivo ILC 30 portugués.

Los recorridos de regata de 1996 verán sin duda varias de estas velas, utilizadas por barcos punteros, que ensayarán sus ventajas o inconvenientes en el único campo en que se obtienen resultados seguros: la clasificación.