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NAVEGACION NOCTURNA

 

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Cuestiones generales
Reconocimiento de Faros
¿El G.P.S. es la solución?
Algunos trucos
 

Por: Marcelo C. Ossó mco@cibernautica.com


CUESTIONES GENERALES

Sorprende el hecho de ver en los días de verano como, luego de ponerse el sol, casi no quedan barcos en el río. Navegar de noche es una experiencia muy interesante y que no implica riesgos siempre que tengamos en cuanta algunos aspectos importantes.

La primera limitación con que nos encontramos durante la navegación nocturna a la hora de identificar las luces de una Boya, Baliza, Faro o la entrada al puerto, radica en la falta de práctica dado que la mayoría de las navegaciones que realizan los nautas es durante el día.

Si navegamos de noche, en zonas habituales que conocemos, no tendremos mayores dificultades al momento de reconocer la costa y sus accidentes ya que los tendremos en nuestra memoria. La cosa cambia cuando navegamos en una zona poco conocida, ya que deberemos sumarle a la incertidumbre de situarnos en la carta y reconocer el punto exacto de la costa que estamos observando, la intranquilidad que provoca tener limitada nuestra visión por la oscuridad, que puede producir una falta de confianza que nos haga dudar de nuestras propias apreciaciones.

Hay tres factores básicos para navegar de noche con seguridad.

  • 1) Atención: Debemos prestar mucha atención ya que la visibilidad es muy limitada y eso nos obliga a estar muy pendientes de descubrir luces, configuración de la costa, y objetos que no estén iluminados: boyas apagadas, troncos, etc.
  • 2) Seguridad: En cuanto a nuestra posición y para ello será muy importante llevar una correcta estima a fin de posicionarnos correctamente en la carta.
  • 3) Práctica: Esto es muy importante ya que cuantas más navegaciones nocturnas realicemos más hábiles nos haremos al momento de distinguir luces, entradas, etc.

Un problema muy común al momento de entrar a un puerto de noche es que, por regla general, éste se encuentra cerca o en medio de una ciudad. Esta situación genera que resulten muy difícil de distinguir las luces de balizas, faros y boyas ya que se confunden con las luces de la ciudad. En este caso en muy importante apoyarnos en cartas y derroteros actualizados con los que trataremos de identificar la costa , la entrada del puerto, su ubicación respecto de la ciudad y la localización de peligros en la zona.

Muchas veces ocurrirá que no divisaremos las luces de las balizas hasta estar muy cerca de ellas, es por eso que no intentaremos hacer una recalada de noche con mal tiempo ya que es muy probable que si nos equivocamos, no tengamos una segunda oportunidad, y terminemos yéndonos sobre las escolleras. Siempre que entremos a un puerto por primera ves trataremos de programar nuestra navegación para llegar a él de día, ya que hacer la recalada de noche puede ser dificultosa. Por lo mismo que comentamos antes, no intentaremos entrar a un puerto de noche y con mal tiempo, excepto que la estrada sea fácil, nos quede a barlovento y hayamos entrado antes.

Hay que recordar que en el sistema de boyado IALA “B” entrando, tendremos la baliza roja a la derecha (estribor de nuestro barco) y la verde a la izquierda (a babor de nuestro barco). Si las estamos viendo al revés indica que estamos yendo hacia la escollera o muelle con un triste final si no modificamos el rumbo.

Algunos puertos de Uruguay que presentan particularidades en lo que a luces se refiere:

SAN JUAN: No tiene una cuidad de fondo pero la línea de enfilación boya de recalada (Bremen) y la baliza en tierra no es el camino de acceso, ya que este sigue una línea de boyarines ciegos que de noche son muy difíciles de identificar.

COLONIA: El faro está emplazado sobre la ciudad y tiene luz roja lo que hace que sea muy difícil de identificar y visualizar ya que es una luz muy débil que se confunde con otras de la ciudad. El puerto deportivo solo tiene la baliza roja (Santa Rita) no teniendo la verde, además la ciudad de fondo dificulta su visualización.

RIACHUELO: No tiene ninguna ciudad de fondo pero tiene dos escolleras, una aproximadamente 50 mts. más corta que la otra lo que provoca que si nos aproximamos del Este pareciera que las luces están al revés, la verde a estribor y la roja a babor. Recién cuando llegamos a la boya de recalada y enfilamos con la baliza en tierra (tapada por árboles) se ven correctamente: la verde a babor y la roja a estribor.

SAUCE: La entrada al puerto se realiza a través de una larga escollera que se encuentra paralela a la costa y tiene la cuidad de fondo, esto hace que sea muy difícil identificar la baliza roja que está en su morro. La baliza verde está en la otra escollera que se encuentra muy adentro del puerto y que aproximándonos desde afuera resulta difícil de ver.

BUCEO, PIRIAPOLIS Y PUNTA DEL ESTE: Todos estos puertos tiene la ciudad de fondo lo que dificulta ver las luces de las balizas por confundirse con otras en tierra.

LA PALOMA: la entrada al puerto está a una milla al NE del faro, un poco alejada del casco urbano. Hay solo una baliza verde (Bal. María Magdalena)

(de todas formas recomendamos consultar los derroteros donde están explicadas las entradas a estos puertos)


RECONOCIMIENTO DE FAROS:

Puede ocurrir, que durante una navegación nos veamos obligados a reconocer algún faro, ya sea el de destino o uno de paso. Todos los faros y otras luces marítimas de relevancia para la navegación se encuentran recogidas en la Lista de Faros y Señales Marítimas que se dividen en tres tomos:

  • 1) H-211 Río de la Plata
  • 2) H-212 Costa Atlántica (desde Cabo San Antonio a Cabo Vírgenes y Punta Dungeness)
  • 3) H-213 Tierra del Fuego, Estrecho de Magallanes, Canales e islas adyacentes, Islas Malvinas y Antártida Argentina.

En estos libros están indicadas sus características, ritmo de luz, alcance, etc. Es importante que se encuentren estos datos siempre actualizados. También en las cartas podemos encontrar esta información, incluso en forma gráfica.

 

Procedimiento para reconocer un faro:

  • 1) Si vemos una luz en medio de la oscuridad, hemos de verificar primero que no sea una luz fija, pues seguramente se trata de algún barco.
  • 2) En caso que la luz sea intermitente, comprobaremos que tenga un ritmo determinado y que este no sea debido a las olas, que muchas veces pueden ocultar, momentáneamente, el haz de luz de nuestra visión.
  • 3) Mediante las cartas o derroteros veremos cuales son los que se encuentran en la zona en la que navegamos y que características tienen.
  • 4) Con nuestra posición estimada, el alcance indicado por la carta, y el ritmo de luz avistado, podemos identificar con bastante precisión el faro.
  • 5) Es muy importante que si no localizamos la luz del faro cuando creemos que la tendríamos que ver a pesar de encontrarnos dentro de su alcance teórico y en un rumbo correcto, no cambiemos nunca de rumbo para tratar de localizarla. Factores como niebla en la costa, olas o mala visibilidad, puede provocar que no la veamos hasta encontrarnos a muy pocas millas.


¿ EL G.P.S. ES LA SOLUCIÓN ?

No cave duda de que la aparición del GPS ha significado una gran ayuda a la navegación ya que nos permite situarnos con bastante precisión sin necesidad de complicados cálculos.

Dada la facilidad de orientarnos en la carta, gracias a las coordenadas obtenidas, es normal que terminemos confiando ciegamente en el GPS para la navegación, especialmente para la nocturna.

Sin embargo, no podemos dejar de señalar que el GPS, si bien es una inestimable ayuda, no puede de ningún modo substituir totalmente a las cartas tradicionales y a los datos obtenidos por las diversas ayudas a la navegación. No es conveniente confiar en forma absoluta nuestra seguridad al GPS, pues su funcionamiento depende de factores como el suministro eléctrico o el capricho de los propietarios de la red de satélites, el gobierno norteamericano, etc.

También hay que tener en cuenta que la posición que da el Navegador Satelital no es exacta ya que tiene incorporado un error que puede estar en el orden de 100 o más metros. Pero sobre todo tengamos en cuenta que, aunque el GPS nos ayude a situarnos en un punto en concreto, el trabajo de distinguir las luces del puerto o reconocer un faro seguirá siendo nuestro.


ALGUNOS TRUCOS:

Estos son algunos consejos que nos pueden ayudar al momento de tener que individualizar luces. Pero recordemos que la práctica será la mejor ayuda.

  • Para localizar un faro, una baliza o boya, en una zona de la oscuridad en que creemos que se debería ver, por el alcance nominal de la luz y nuestra estima, dividiremos mentalmente la oscuridad en sectores, que rastrearemos a conciencia y de forma seguida, no salteada.
  • Hay que evitar obsesionarnos por ver una luz en un lugar concreto. Hay veces que la oscuridad nos juega malas pasadas y acabamos viendo lo que queremos ver y no lo que hay realmente.
  • Para reconocer el ritmo de luz de una señal marítima nos será de mucha utilidad un cronometro. Pero si esto no es posible por que no disponemos a bordo de uno o por falta de luz, es posible contar los segundos entre destellos, mentalmente, mediante un sencillo método, tenemos que contar de esta manera: unouno, dosuno, tresuno, cuatrouno.... De esta forma no aceleramos la cuenta inconscientemente y los segundos son lo más aproximados a la realidad.
  • Es importante mantener la mirada fija en cada lugar concreto durante varios segundos, ya que las olas pueden ocultar, periódicamente, cualquier haz de luz.
  • Cuando tenemos que diferenciar las luces de la cuidad con las del puerto es importante saber que las del puerto se encuentran algo alejadas de la costa y, por lo tanto, no están a la misma distancia que las de la ciudad. Esto hace que al navegar paralelos a la costa la posición de los faros o balizas de entrada variará respecto de las otras (la de al ciudad) con mucha mayor velocidad, lo que nos permitirá diferenciarlas.
  • Cualquier luz a bordo, puede distraer nuestra atención o acentuará la oscuridad del horizonte debido al contraste. Es recomendable apagar todas las luces del interior y bajar al máximo la de los instrumentos si estamos buscando identificar algún faro, baliza o boya.
  • Un buen truco para acomodar nuestros ojos a la oscuridad, consiste en cerrar los ojos durante 3 / 4 minutos, antes de mirar a la zona de interés.
 

 


 

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