En lugar de las verdades peronistas, estas son las verdades del desastre kircho
Una vez más le mentís al pueblo.
No estás presa por pensar distinto, estás condenada por corrupción, con sentencia firme en tres instancias judiciales.
No es persecución, es Justicia.

“Estoy presa porque este modelo se cae”

Falso.
Estás presa porque direccionaste 51 obras a Lázaro Báez por $46.000 millones.
La Justicia lo probó. Casación lo confirmó. La Corte lo ratificó.
Eso no es política. Eso es delito.

“No me dejaron competir porque saben que pierden”

Mentira.
En 2023 no estabas proscripta. La condena no estaba firme.
Dijiste públicamente: “No voy a ser candidata a nada”.
Te bajaste sola, porque sabías que no te daba el número.

“Entregamos un país sin deuda”

Otra mentira.
Entre 2003 y 2015 tomaste más de USD 82.000 millones:
• USD 40.000 millones al propio Estado (ANSES, BCRA, Banco Nación)
• USD 30.000 millones con bonistas privados
• USD 10.000 millones con organismos multilaterales
Además:
• Reservas agotadas
• Default selectivo
• Cepo, atraso tarifario y una economía frenada

“Nosotros cuidamos a los jubilados”

Los jubilados te desmienten con sus bolsillos.
• Vetaste el 82% móvil
• Congelaste haberes
• Usaste ANSES como caja
• Dejaste el haber mínimo en $4.299 en 2015
• Y con Alberto destruyeron su poder de compra en más del 26%
Tu modelo no los cuidó. Los empobreció.

“No van a poder encerrar al pueblo”

Nadie encerró al pueblo.
Lo que se encerró es tu relato.
El pueblo está libre. Vos estás condenada. Y es por lo que hiciste.

“Vamos a volver desde la trinchera que sea”

Ya volviste.
Y lo que hicieron fue:
• Dejar una inflación del 1.100%
• Un dólar en $1.200
• 18 millones de pobres
• FMI, cepo, déficit, impuestos y recesión
Volvieron… y dejaron un país destruido.

¿Y quiénes te siguen hoy?

Solo te escuchan los que viven del Estado, los que hicieron negocios con vos y los militantes pagos con planes.
La plaza no se llena con esperanza. Se llena con micros, banderas de La Cámpora, bombos de gremios y punteros políticos.
El pueblo que trabaja no te escucha. Te supera.
Cristina, tu discurso fue una sobreactuación para ocultar la verdad:
Estás condenada por corrupción.
No hay relato que tape los hechos, ni “vamos a volver” que cambie lo que hiciste.
El pueblo ya no te escucha con admiración.
Te escucha con memoria.
Y esta vez, la Justicia habló más fuerte que tus gritos desde el balcón.