Proa al Nordeste de Brasil!
Publicado: Vie Jul 05, 2024 12:12 am
Mi estadía en Isla Grande fue de más de un año. Arribé en Mayo 2023 y zarpé a nuevos destinos en Junio 2024.
Durante ese año, pude recorrer gran parte de la isla, ya sea haciendo trilhas por la selva, o navegando a los distintos fondeos con el Puxador.
Con el barco, hice noche en algunas playas del lado de mar abierto, como Parnaioca y Dois Rios, y también fondeé para pasar el día en Lopes Mendes, Caxadaço, Aventureiro.
En el lado interno de la isla, hice noche en casi todas las playas o fondeos: Vermelha, Lagoa Verde, Ponta Longa, Sitio Forte, Lagoa Azul, Feiticeira, Camiranga, Saco do Ceu, Abraao, Pouso, Palmas, etc.
Como trilhas importantes remarco haber hecho el Pico del Papagaio (982 metros), en dos ocasiones. Ambas de noche, sin guía, acompañado por mi perra Ancla, para poder contemplar el amanecer desde arriba del pico.
Durante ese año, mi economía se basó principalmente en realizar excursiones con el barco, para turistas. Salvo contadas excepciones, eran excursiones de día completo, pero sin pernocte. Algunas fueron para ver el amanecer, y otras para que los turistas tengan una cena a bordo bajo las estrellas.
También pude salir como skipper de un barco de charter, y realizar algunas tareas de mantenimiento en algunos barcos.
Fue un año en el que conocí mucha gente, hice amigos, y establecí una nueva zona de confort para mi nueva vida. Tenía todo resuelto:
Había comprado mi "poita" (boya de amarre, en el pueblo de Abraao), conseguía fácilmente diesel, gasolina, gas y agua. Tenía mi grupo de amigos, y el negocio de las excursiones iba en crecimiento. Pude ocuparme de todos los gastos del barco, como comprar un nuevo dinghy, cambiar las baterías, reparar el malacate, entre muchas otras cosas, y aun así ahorrar algo de dinero.
Pero el Puxa y yo queríamos seguir navegando.
Me puse un objetivo: participar de la regata Recife Noronha.
Para ello, armé un proyecto de navegación hasta Recife en 4 etapas. Cada etapa sería de 12 noches a bordo, 4 tripulantes incluido yo, y durante los 13 días navegariamos hacia el Nordeste, teniendo días intermedios para conocer los distintos puertos y hacer un poco de vida a bordo y playa.
Desde principio de este año comencé a promocionar el proyecto, y tuvo buena aceptación!
El 12 de Junio embarcaron en Angra los 3 tripulantes de la primer etapa.
Casualmente, los 3 son también Rosarinos, amigos entre ellos, y con los que comparto amigos en común.
Uno de ellos, cero experiencia náutica, pero los otros dos, con muchas millas a bordo. Incluso, uno de ellos, corrió la Mini Transat 2023 (siendo hasta hoy el único Argentino que completó dicha regata). De tripu no iba a estar corto!
Hicimos la provista en el Shopping Piratas y zarpamos. Isla de Cataguases, luego Abraao, al día siguiente, fondeamos en Pouso para hacer la trilha a Lopes Mendes…
Al día siguiente, Viernes 14 de Junio al mediodía, zarpamos proa a Rio de Janeiro. Un lindo viento del sur nos permite navegar con mayor y genoa a 6 nudos, ya fuera de la bahía, al través de la isla de Marambaia..
En un momento uno de los tripus avisa que tenemos algo enganchado en el timón. Me asomo a ver… era del mismo color que el antifouling. Enseguida nos damos cuenta que se estaba deslaminando el timón. Ya estábamos lejos de la costa, y no faltaba mucho para que caiga la noche.
Rápidamente, uno de los tripus y yo nos tiramos al agua. El viento ya había amainado pero había olas que hacían golpear la popa del barco contra el agua. Teníamos que tener cuidado de no golpearnos.
Vimos que la estructura estaba sólida, eran las últimas capaz de fibra del lado de estribor que se estaban despegando, pero, creíamos, no afectaba el timón.
Entre los dos, pasamos un cabo largo de 6mm tratado de cerrarlo. Nada facil, con el movimiento del barco, y cuidando de no lastimarnos con la fibra. Hecha la tarea, subo a bordo, doy arranque al motor y empezamos a hacer navegar el barco… El otro tripu en el agua, quería observar qué pasaba.
Sin alcanzar los dos nudos de velocidad, ya nos avisá que no da resultado, igual se empieza a querer abrir.
Sacamos el cabo,y pensamos en cortar el pedazo de fibra, tarea muy dificil de realizar bajo agua. Ya estaba por oscurecer, así que decidimos seguir navegando. El pronostico no daba viento fuerte ni olas.
El pedazo de fibra iba oscilando, apostábamos si llegaría o no a Río.
Ya siendo casi de noche, chateando con un amigo, me sugiere atar el pedazo de fibra, ya que en caso que se suelte, no perderlo. Hice esa maniobra. Tampoco fue fácil, pero luego seguimos navegando.
La noche fue tranquila. Un rato antes del amanecer ya estábamos fondeados en Urca. La cacha del timón nunca se soltó, aunque claramente, nos frenó mucho toda la navegación.
Vale la pena remarcar que el timón se había repasado (abierto, secado, reforzardo, y cerrado nuevamente) en el Barlovento, antes de zarpar de Argentina… Evidentemente no fue un buen trabajo.
Dormimos unas horas y para las 9AM decidí, sin más, encarar el Iate Club de RJ.
Algunos amigos me había recomendado ir a Niteroi, o diferentes alternativas más económicas, pero yo estaba con los tripus y no quería perder tiempo, fuimos a lo seguro.
En el club, a los 5 minutos, ya tenía un marinero dispuesto a comenzar a trabajar ese mismo día (sábado).
Si bien es viable sacar el timón con el barco en el agua, la pala tiene una pieza que va atornillada, a proa de la mecha, que evita turbulencias. Esa pieza queda sumergida, y sin sacarla, la pala no baja porque toca contra el casco. Tampoco ninguno tenía mucha experiencia con la maniobra de bajar el timón, así que fuimos a hablar a la administración del club.
Nos recibieron muy bien, informaron los precios, pero requeríamos de una carta de recomedacion del YCA o que nos recomiende un socio del club. Por suerte, el tripu que había corrido la MiniTransat, movió sus contactos y en poco tiempo lo conseguimos.
A las 13hs, sacamos el barco del agua. Yo ya había desarmado el sector (metimos el barco bajo el travelift con la caña de fortuna) y en poco tiempo bajamos el timón y el barco volvió al agua. El marinero Paulo, ya había ido a comprar materiales y nos prometió entregar el timón el martes por la noche.
Durante esos días hicimos un poco de turismo terrestre, viviendo a bordo del barco aunque con ciertas limitaciones ya que el club es de muy alta categoría. Aunque igual, no nos privamos de pescar en la caleta, o prender la parrilla. Andábamos en patas y en cuero por ahí, o colgabamos la ropa a secar en los guardamancebos. Seguro que algún socio de punta en blanco se horrorizó jaja.
Pero por lo único que nos llamaron la atención, fue por mi perrita Ancla. No podíamos llevarla en el piso para entrar y salir del club, ni siquiera con correa. Había que llevarla alzada…
Aproveche la estadía para cambiar las burdas bajas (en Angra no conseguía nadie que “trule” cables de acero), ahí, me lo hicieron en el momento.
Pedimos turno para el día Miércoles para otra media izada del barco… el Martes a la noche “Paulo” seguía con el timón. A 1:24am (del Miércoles) me avisó que estaba listo.
Como siempre, volver a armar lo desarmado, es más difícil, pero tras renegar un poco, pude volver a armar el sector. Teníamos todo listo para zarpar.
(El barco tiene 2 sectores, uno en proa para los guardines del timón y otro en popa para el piloto, cada cual con su prisionero, y luego ambos abulonados entre si, contra la mecha).
Zarpamos de Rio. Antes que caiga el sol, pescamos no solo uno ni dos, sino tres Bonitos (atunes), que alcanzaron para dos comidas.
Noche tranquila, bastante motor, por momentos también a vela.
Para el amanecer ya estábamos rodeando la isla de Cabo Frio. Vimos algunos delfines y ballenas.
Para las 8 AM estábamos fondeado en Praia do Farol, en Arraial do Cabo.
Quise desembarcar a la perra para que haga sus cosas, pero antes de llegar a la playa, 3 miembros de la Marina me dijeron que no podía desembarcar. Sabía que era una playa custodiada pero tenía entendido que dejaban desembarcar por una hora.
Nos fuimos a la playa de enfrente, Pontal do Atalaia. Al rato de estar ahí fondeados, se acercó una lancha diciendo que solo pueden fondear embarcaciones de turismo…
Así que nos fuimos a Praia do Forno, donde pasamos el día en hicimos noche.
Al día siguiente, zarpamos temprano, proa a Búzios. Viento de proa, varios bordes, por momentos apoyados por motor, pero linda navegación, día soleado espectacular. El mar: nos regaló un Dorado.
Llegamos a Búzios, fondeamos en Praia dos Ossos. Pasamos algunos días recorriendo algunas de las playas, y luego los tripus, ya amigos para ese entonces, se volvieron a sus hogares.
Por mi parte, tenía un compromiso para los días siguientes:
Un equipo de Buenos Aires del canal RT (Russia Today), viajaban a filmar un documental sobre mis aventuras y la de mi perrita a bordo del Puxador. Va a formar parte de un mediometraje que cuenta 3 historias de cambio de vida: Una familia viajando en un colectivo hecho motorhome, una chica que viaja por la patagonia en moto, y la mía.
Fue una muy linda experiencia de 4 días que compartí con los dos camarógrafos, la corresponsal y la productora. El despliegue de equipos me sorprendió: varias cámaras, gymbals, trípodes, luces, micrófonos, drone, etc etc. Y todo muy profesional.
Tocaron lindos días para filmar escenas de todo tipo. Navegando con sol y 25 nudos. Nublado y 10 nudos. Cocinando un día lluvioso, desembarcando para jugar en la playa con la perra, etc.
En principio recién sale al aire a fin de año, pero sin dudas va a ser un muy lindo recuerdo para mi!.
Durante estos días en Búzios, también me tuve que ocupar del malacate que, por tercera vez en el año, me dejó de funcionar. En Angra, lo habían reparado dos veces, una gente que, por supuesto, no me dejó nada conforme. Veremos si ahora es definitivo!
Ahora, me encuentro planificando la próxima Etapa.
Fue la única etapa que no tuve éxito convocando tripulantes. Al momento, tengo solamente una tripulante femenina sin experiencia, y que tiene pocos días, por lo que hará “media Etapa”.
Llega el próximo domingo 8 de Julio, y si no hay cambios en el pronóstico, zarpamos el Lunes al amanecer, proa a Vitoria (Espíritu Santo), 180 millas.
Quizás se sume un amigo de isla grande a ayudar con la navegación, aunque aún no se confirma.
Luego, me queda hacer la pierna Vitoria - Caravelas (Bahía), otras 180 millas, para completar esta Etapa, también sin tripu definida aún.
El 27 de Julio, llegan 3 tripus a Caravelas. El plan es ir a Abrolhos y luego subir hasta Itaparica y desemebarcarlos en Salvador.
Veremos cómo siguen las aventuras a bordo del Puxa!
Durante ese año, pude recorrer gran parte de la isla, ya sea haciendo trilhas por la selva, o navegando a los distintos fondeos con el Puxador.
Con el barco, hice noche en algunas playas del lado de mar abierto, como Parnaioca y Dois Rios, y también fondeé para pasar el día en Lopes Mendes, Caxadaço, Aventureiro.
En el lado interno de la isla, hice noche en casi todas las playas o fondeos: Vermelha, Lagoa Verde, Ponta Longa, Sitio Forte, Lagoa Azul, Feiticeira, Camiranga, Saco do Ceu, Abraao, Pouso, Palmas, etc.
Como trilhas importantes remarco haber hecho el Pico del Papagaio (982 metros), en dos ocasiones. Ambas de noche, sin guía, acompañado por mi perra Ancla, para poder contemplar el amanecer desde arriba del pico.
Durante ese año, mi economía se basó principalmente en realizar excursiones con el barco, para turistas. Salvo contadas excepciones, eran excursiones de día completo, pero sin pernocte. Algunas fueron para ver el amanecer, y otras para que los turistas tengan una cena a bordo bajo las estrellas.
También pude salir como skipper de un barco de charter, y realizar algunas tareas de mantenimiento en algunos barcos.
Fue un año en el que conocí mucha gente, hice amigos, y establecí una nueva zona de confort para mi nueva vida. Tenía todo resuelto:
Había comprado mi "poita" (boya de amarre, en el pueblo de Abraao), conseguía fácilmente diesel, gasolina, gas y agua. Tenía mi grupo de amigos, y el negocio de las excursiones iba en crecimiento. Pude ocuparme de todos los gastos del barco, como comprar un nuevo dinghy, cambiar las baterías, reparar el malacate, entre muchas otras cosas, y aun así ahorrar algo de dinero.
Pero el Puxa y yo queríamos seguir navegando.
Me puse un objetivo: participar de la regata Recife Noronha.
Para ello, armé un proyecto de navegación hasta Recife en 4 etapas. Cada etapa sería de 12 noches a bordo, 4 tripulantes incluido yo, y durante los 13 días navegariamos hacia el Nordeste, teniendo días intermedios para conocer los distintos puertos y hacer un poco de vida a bordo y playa.
Desde principio de este año comencé a promocionar el proyecto, y tuvo buena aceptación!
El 12 de Junio embarcaron en Angra los 3 tripulantes de la primer etapa.
Casualmente, los 3 son también Rosarinos, amigos entre ellos, y con los que comparto amigos en común.
Uno de ellos, cero experiencia náutica, pero los otros dos, con muchas millas a bordo. Incluso, uno de ellos, corrió la Mini Transat 2023 (siendo hasta hoy el único Argentino que completó dicha regata). De tripu no iba a estar corto!
Hicimos la provista en el Shopping Piratas y zarpamos. Isla de Cataguases, luego Abraao, al día siguiente, fondeamos en Pouso para hacer la trilha a Lopes Mendes…
Al día siguiente, Viernes 14 de Junio al mediodía, zarpamos proa a Rio de Janeiro. Un lindo viento del sur nos permite navegar con mayor y genoa a 6 nudos, ya fuera de la bahía, al través de la isla de Marambaia..
En un momento uno de los tripus avisa que tenemos algo enganchado en el timón. Me asomo a ver… era del mismo color que el antifouling. Enseguida nos damos cuenta que se estaba deslaminando el timón. Ya estábamos lejos de la costa, y no faltaba mucho para que caiga la noche.
Rápidamente, uno de los tripus y yo nos tiramos al agua. El viento ya había amainado pero había olas que hacían golpear la popa del barco contra el agua. Teníamos que tener cuidado de no golpearnos.
Vimos que la estructura estaba sólida, eran las últimas capaz de fibra del lado de estribor que se estaban despegando, pero, creíamos, no afectaba el timón.
Entre los dos, pasamos un cabo largo de 6mm tratado de cerrarlo. Nada facil, con el movimiento del barco, y cuidando de no lastimarnos con la fibra. Hecha la tarea, subo a bordo, doy arranque al motor y empezamos a hacer navegar el barco… El otro tripu en el agua, quería observar qué pasaba.
Sin alcanzar los dos nudos de velocidad, ya nos avisá que no da resultado, igual se empieza a querer abrir.
Sacamos el cabo,y pensamos en cortar el pedazo de fibra, tarea muy dificil de realizar bajo agua. Ya estaba por oscurecer, así que decidimos seguir navegando. El pronostico no daba viento fuerte ni olas.
El pedazo de fibra iba oscilando, apostábamos si llegaría o no a Río.
Ya siendo casi de noche, chateando con un amigo, me sugiere atar el pedazo de fibra, ya que en caso que se suelte, no perderlo. Hice esa maniobra. Tampoco fue fácil, pero luego seguimos navegando.
La noche fue tranquila. Un rato antes del amanecer ya estábamos fondeados en Urca. La cacha del timón nunca se soltó, aunque claramente, nos frenó mucho toda la navegación.
Vale la pena remarcar que el timón se había repasado (abierto, secado, reforzardo, y cerrado nuevamente) en el Barlovento, antes de zarpar de Argentina… Evidentemente no fue un buen trabajo.
Dormimos unas horas y para las 9AM decidí, sin más, encarar el Iate Club de RJ.
Algunos amigos me había recomendado ir a Niteroi, o diferentes alternativas más económicas, pero yo estaba con los tripus y no quería perder tiempo, fuimos a lo seguro.
En el club, a los 5 minutos, ya tenía un marinero dispuesto a comenzar a trabajar ese mismo día (sábado).
Si bien es viable sacar el timón con el barco en el agua, la pala tiene una pieza que va atornillada, a proa de la mecha, que evita turbulencias. Esa pieza queda sumergida, y sin sacarla, la pala no baja porque toca contra el casco. Tampoco ninguno tenía mucha experiencia con la maniobra de bajar el timón, así que fuimos a hablar a la administración del club.
Nos recibieron muy bien, informaron los precios, pero requeríamos de una carta de recomedacion del YCA o que nos recomiende un socio del club. Por suerte, el tripu que había corrido la MiniTransat, movió sus contactos y en poco tiempo lo conseguimos.
A las 13hs, sacamos el barco del agua. Yo ya había desarmado el sector (metimos el barco bajo el travelift con la caña de fortuna) y en poco tiempo bajamos el timón y el barco volvió al agua. El marinero Paulo, ya había ido a comprar materiales y nos prometió entregar el timón el martes por la noche.
Durante esos días hicimos un poco de turismo terrestre, viviendo a bordo del barco aunque con ciertas limitaciones ya que el club es de muy alta categoría. Aunque igual, no nos privamos de pescar en la caleta, o prender la parrilla. Andábamos en patas y en cuero por ahí, o colgabamos la ropa a secar en los guardamancebos. Seguro que algún socio de punta en blanco se horrorizó jaja.
Pero por lo único que nos llamaron la atención, fue por mi perrita Ancla. No podíamos llevarla en el piso para entrar y salir del club, ni siquiera con correa. Había que llevarla alzada…
Aproveche la estadía para cambiar las burdas bajas (en Angra no conseguía nadie que “trule” cables de acero), ahí, me lo hicieron en el momento.
Pedimos turno para el día Miércoles para otra media izada del barco… el Martes a la noche “Paulo” seguía con el timón. A 1:24am (del Miércoles) me avisó que estaba listo.
Como siempre, volver a armar lo desarmado, es más difícil, pero tras renegar un poco, pude volver a armar el sector. Teníamos todo listo para zarpar.
(El barco tiene 2 sectores, uno en proa para los guardines del timón y otro en popa para el piloto, cada cual con su prisionero, y luego ambos abulonados entre si, contra la mecha).
Zarpamos de Rio. Antes que caiga el sol, pescamos no solo uno ni dos, sino tres Bonitos (atunes), que alcanzaron para dos comidas.
Noche tranquila, bastante motor, por momentos también a vela.
Para el amanecer ya estábamos rodeando la isla de Cabo Frio. Vimos algunos delfines y ballenas.
Para las 8 AM estábamos fondeado en Praia do Farol, en Arraial do Cabo.
Quise desembarcar a la perra para que haga sus cosas, pero antes de llegar a la playa, 3 miembros de la Marina me dijeron que no podía desembarcar. Sabía que era una playa custodiada pero tenía entendido que dejaban desembarcar por una hora.
Nos fuimos a la playa de enfrente, Pontal do Atalaia. Al rato de estar ahí fondeados, se acercó una lancha diciendo que solo pueden fondear embarcaciones de turismo…
Así que nos fuimos a Praia do Forno, donde pasamos el día en hicimos noche.
Al día siguiente, zarpamos temprano, proa a Búzios. Viento de proa, varios bordes, por momentos apoyados por motor, pero linda navegación, día soleado espectacular. El mar: nos regaló un Dorado.
Llegamos a Búzios, fondeamos en Praia dos Ossos. Pasamos algunos días recorriendo algunas de las playas, y luego los tripus, ya amigos para ese entonces, se volvieron a sus hogares.
Por mi parte, tenía un compromiso para los días siguientes:
Un equipo de Buenos Aires del canal RT (Russia Today), viajaban a filmar un documental sobre mis aventuras y la de mi perrita a bordo del Puxador. Va a formar parte de un mediometraje que cuenta 3 historias de cambio de vida: Una familia viajando en un colectivo hecho motorhome, una chica que viaja por la patagonia en moto, y la mía.
Fue una muy linda experiencia de 4 días que compartí con los dos camarógrafos, la corresponsal y la productora. El despliegue de equipos me sorprendió: varias cámaras, gymbals, trípodes, luces, micrófonos, drone, etc etc. Y todo muy profesional.
Tocaron lindos días para filmar escenas de todo tipo. Navegando con sol y 25 nudos. Nublado y 10 nudos. Cocinando un día lluvioso, desembarcando para jugar en la playa con la perra, etc.
En principio recién sale al aire a fin de año, pero sin dudas va a ser un muy lindo recuerdo para mi!.
Durante estos días en Búzios, también me tuve que ocupar del malacate que, por tercera vez en el año, me dejó de funcionar. En Angra, lo habían reparado dos veces, una gente que, por supuesto, no me dejó nada conforme. Veremos si ahora es definitivo!
Ahora, me encuentro planificando la próxima Etapa.
Fue la única etapa que no tuve éxito convocando tripulantes. Al momento, tengo solamente una tripulante femenina sin experiencia, y que tiene pocos días, por lo que hará “media Etapa”.
Llega el próximo domingo 8 de Julio, y si no hay cambios en el pronóstico, zarpamos el Lunes al amanecer, proa a Vitoria (Espíritu Santo), 180 millas.
Quizás se sume un amigo de isla grande a ayudar con la navegación, aunque aún no se confirma.
Luego, me queda hacer la pierna Vitoria - Caravelas (Bahía), otras 180 millas, para completar esta Etapa, también sin tripu definida aún.
El 27 de Julio, llegan 3 tripus a Caravelas. El plan es ir a Abrolhos y luego subir hasta Itaparica y desemebarcarlos en Salvador.
Veremos cómo siguen las aventuras a bordo del Puxa!