Añoralgias
Publicado: Mié Nov 15, 2023 4:53 pm
Entre tanto impuesto al ped.. (ARBA y el clon de Larreta), dólar por las nubes, angustias de futuro, pólizas de seguro locales ó en Uruguay, comparto un pensamiento de estos días
Mirando cómodo en mi dormitorio la presión atmosférica y sus últimas 48 horas, las cartas digitales, fotos satelitales, el pronóstico con precisión para los próximos 5 días, regatas "en vivo" a más de 6000 km de distancia, me vino el recuerdo de mis primeras singladuras en un humilde 24 pies
Donde el único instrumento a bordo era una pínula de mano (tipo campamentista) para hacer las marcaciones
Imaginando la profundidad, y cada tanto tratando de confirmar (cuando estaba en zona de duda) con el "escandallo", una plomada con un cabo con nuditos cada 30 cm
La carta en papel, agarrada con elásticos sobre una placa de terciado (no tenía mesa, ni de navegación...)
Con un humilde talco náutico y el portaminas 2B para trazar la ubicación aproximada
Un cuaderno cuadriculado para ir volcando las marcaciones, antes de olvidarlas
Tirando bordes (como siempre, Eolo soplando del rumbo donde teníamos que arribar), y con todo el temor de trabajar por estima, ir tirando 15 minutos en cada borde. Con la ansiedad, el borde que nos llevaba a zona de peligro menos de los 15 minutos, y un poco más el que nos llevaba a aguas más seguras
Moviendo el culo en cada borde (incluidos todos los arriesgados que me acompañaban) para adrizar el barquito. Mojándonos la cara y el trasero con cada ola salpicada. Comiendo salamín con galleta (sin heladera, horno, ni agua potable). Cuidando la única batería de 12 Volt
Pero la satisfacción del arribo a puerto no la quitaba nadie. Te sentías Colón y Magallanes
Hoy preocupándonos si llevar o no el segundo piloto automático, 2 GPS fijos, uno portátil, el VHF fijo, 2 VHF portátiles, control remoto, con un porte de barco que es indistinto en qué lugar se siente la tripulación. Con horno, sistema de 220 Volt, agua caliente, ducha, celular con red en Argentina y Uruguay, timonera externa e interna si el tiempo no acompaña. Enrrollador de proa, desde ya. Malacate eléctrico para no quebrarnos lo que nos queda de espalda...
Nunca fue tan cierto que la edad de los hombres se mide por el precio de sus juguetes. Y cada día con más compromisos, cosa de, encima, no poder disfrutarlos. Solamente pasaron casi 40 años...
Mirando cómodo en mi dormitorio la presión atmosférica y sus últimas 48 horas, las cartas digitales, fotos satelitales, el pronóstico con precisión para los próximos 5 días, regatas "en vivo" a más de 6000 km de distancia, me vino el recuerdo de mis primeras singladuras en un humilde 24 pies
Donde el único instrumento a bordo era una pínula de mano (tipo campamentista) para hacer las marcaciones
Imaginando la profundidad, y cada tanto tratando de confirmar (cuando estaba en zona de duda) con el "escandallo", una plomada con un cabo con nuditos cada 30 cm
La carta en papel, agarrada con elásticos sobre una placa de terciado (no tenía mesa, ni de navegación...)
Con un humilde talco náutico y el portaminas 2B para trazar la ubicación aproximada
Un cuaderno cuadriculado para ir volcando las marcaciones, antes de olvidarlas
Tirando bordes (como siempre, Eolo soplando del rumbo donde teníamos que arribar), y con todo el temor de trabajar por estima, ir tirando 15 minutos en cada borde. Con la ansiedad, el borde que nos llevaba a zona de peligro menos de los 15 minutos, y un poco más el que nos llevaba a aguas más seguras
Moviendo el culo en cada borde (incluidos todos los arriesgados que me acompañaban) para adrizar el barquito. Mojándonos la cara y el trasero con cada ola salpicada. Comiendo salamín con galleta (sin heladera, horno, ni agua potable). Cuidando la única batería de 12 Volt
Pero la satisfacción del arribo a puerto no la quitaba nadie. Te sentías Colón y Magallanes
Hoy preocupándonos si llevar o no el segundo piloto automático, 2 GPS fijos, uno portátil, el VHF fijo, 2 VHF portátiles, control remoto, con un porte de barco que es indistinto en qué lugar se siente la tripulación. Con horno, sistema de 220 Volt, agua caliente, ducha, celular con red en Argentina y Uruguay, timonera externa e interna si el tiempo no acompaña. Enrrollador de proa, desde ya. Malacate eléctrico para no quebrarnos lo que nos queda de espalda...
Nunca fue tan cierto que la edad de los hombres se mide por el precio de sus juguetes. Y cada día con más compromisos, cosa de, encima, no poder disfrutarlos. Solamente pasaron casi 40 años...