Tumbar un 23 pies en el RDLP

[arjona45]

El acontecimiento del naufragio de los cadetes del Liceo Naval Rio Santiago fué en el año 1989 en proximidades de Colonia ROU;
por lo que recuerdo eran veleros pequeños con una media cabinita sin ventanas que los utilizaban para enseñanza de navegación
a vela .

[lisderoa]

El Leonor era un Sonar 24.
Se hundió al norte de San Gabriel el 30/08/1991, quedando el palo afuera. Fue reflotado ese mismo año.
Los datos obtenidos son:
En viaje de instrucción desde La Plata para Riachuelo (ROU), murieron el teniente de corbeta Gustavo Oyarvide y los cadetes de quinto año del Liceo Naval Militar Almirante Brown Javier Belmonte, Gustavo Carriego, Fernando Cambres y Gerardo Gigena (LN,1991).
Se hundió por un temporal muy fuerte del SE, que estaba pronosticado pero presiones para que navegaran hicieron que salieran igual (Var.,2008). Estaban en Riachuelo y el jefe de la flota (un barco madre más grande y tres o cuatro sonares) informó que partirían en días siguientes al Liceo Naval, pero un Capitán de Fragata exigió que los alumnos estuvieran en las aulas para el lunes, por lo que se decidió salir pese al pronóstico. En mitad del cruce se decide volver hacia Colonia y el barco madre entra a puerto antes de asegurarse que estaban todos adentro y en condiciones, lo que retrasó la búsqueda cuando finalmente faltó el Leonor. (Becquer Casaballe,2008). Los cuerpos fueron encontrados flotando entre las islas de Colonia (Foro Histarmar,2008).

Si recuerdan otros nombres puedo buscar en mi fichero, pero con 2000 naufragios desde la colonia hasta nuestros días en todo el Río de la Plata, es complicado mirar uno por uno.

[Flash on fire]

Lisderoa lo suyo es asombroso cuanta data junta y que generosidad compartirla así!!

Gracais y salu2

[JAE]

Relato de un participante de aquella navegación:

Aclaro que es un poco largo y aburrido pero me salió así.
El relato que voy a contar es un hecho ocurrido en el año 1991, tratare de ser lo mas objetivo posible y no agregar demasiados componentes sentimentales o personales. Solo intentare exponer los hechos como los recuerdo cronológicamente. Ya que el resto de las consideraciones están siendo o fueron tenidas por el juez y por las autoridades navales que tomaron conocimiento del caso. Asimismo no expondré ningún nombre por considerarlo poco oportuno.
El día 30 de agosto de 1991, los cadetes de 5 año 3 división del Liceo Naval Militar y como parte del programa de la materia marinería y vela realizaron un crucero a Riachuelo.
La flota estaba compuesta por cuatro barcos tipo Sonar, mas un barco madre o líder propiedad del profesor de vela. Este era un barco de acero del tipo transoceánico, si mal no recuerdo dibujo de Hossmann bien armado, bien pesado y pensado para hacer cruceros largos como el cruce del océano.
En cada uno de los barcos iban cuatro cadetes razonablemente bien instruidos en navegar a vela, mas un oficial de Escuela naval como patrón e instructor. En el barco madre iban el señor jefe de cuerpo de cadetes, responsable del crucero, dos oficiales invitados de la fuerza aérea, y el profesor de vela. No recuerdo si a bordo iba alguien más.
La ida se hizo sin novedad, mas que una calma atroz que nos hizo entrar a Riachuelo ya entrada la noche.
Al día siguiente a las 10 de la mañana zarpamos con rumbo a La plata. Se pidió el parte meteorológico, el cual era el mismo que el día anterior, ya que en ese entonces Uruguay solo daba un Meteo al día y a las 13 Hs.
Evidentemente el parte era erróneo porque se percibía en el clima un ambiente espeso con olor a humedad. Típico de los días de la tormenta de Santa Rosa. Una hora después se largo un sudoeste fuerte que dificulto la salida de los barcos.
A las 12 hs del día viernes nos encontrábamos ya los cuatro barcos en la salida del canal de Riachuelo.
A partir de ahora cuento lo que sucedió en mi barco.
El primer barco era el mío, yo conocía perfectamente bien la salida, por haber ido casi todos los veranos con mi padre.
Le informe al teniente que estaba conmigo que lo mejor era fondear y esperar al barco madre que nos sacara a remolque. El teniente me pregunto ¿por que? Le expuse le tema del refulado y que salir tirando bordes me parecía un riesgo innecesario. El teniente estuvo de acuerdo y mando fondear, detrás se ataron el resto de los barcos. 10 minutos después llego el chapón y a viva voz el teniente le informo que nos encontrábamos a la espera de remolque y le expuso al jefe de cuerpo lo mismo que yo le había explicado.
Cabe aclarar que los oficiales de marina no poseen muchos conocimientos para navegar en veleritos. Son profesionales preparados para navegar en barcos totalmente distintos y donde los riesgos y los cuidados son otros. En un destructor o en un buque mercante la forma de navegar y los conocimientos que se requieren son totalmente distintos a los necesarios para navegar como hacemos ustedes y yo en barcos de menos de 60 pies.
Por eso los oficiales escuchaban muy atentos nuestros comentarios porque en materia de veleros nosotros sin lugar a dudas teníamos mas experiencia, aunque las decisiones eran de ellos.
Con dificultad salimos del canal, Primero con dos manos de rizos y foque a los 5 minutos, la escora era mucha y le propusimos al teniente bajar la mayor. El sugirió bajar el foque, le expusimos nuestras razones, y el oficial estuvo de acuerdo en bajar la mayor continuar a foque solo y tomar una marcación en 30 minutos para saber si el cambio había sido rentable.
Primero arriamos nosotros y luego el resto de los barcos. El viento era como para ir de un solo borde a la plata. Al momento de arrear como había mucha ola, se complico con algunos barcos y dos de ellos en los que se encontraba el Leonor, derivaron una milla y media, mas cerca del puerto de Baires. La ola era impresionante como nunca en mi vida había visto al río de la plata en los 12 años que llevaba navegando en aquel entonces. No voy a decir de cuanto era la ola porque sino el Capitán Alan Villiers, dirá que tomo wisky y que hago de olas de 50 Cm, 3 m.
No se veía nada. Para verse con otro barco había que esperar que ambos subieran las olas al mismo tiempo. Desconozco cuanto soplaba, pero mucho muchísimo. En el liceo se volaron los techos de un galpón de la vieja base naval, en Baires hubo 2000 evacuados, y mi papá por primera vez en mucho tiempo se preocupo. El centro de graduados se inundó, por lo que el río estaba muy lleno por lo que ola con el viento seguramente era muy alta.
El barco con foque solo andaba muy bien, gobernaba perfecto, no tiraba a la orza y hacíamos unos 3/4 nudos. Pero mojaba mucho hacia mucho frío, y teníamos trajes de agua baratos de los amarillos. El oficial como excelente profesional y mejor líder aunque no tenia mucha idea de que pasaba en materia de navegar. Ordeno cantar canciones, primero de la armada, después de sui generis, de Charly García y por ultimo terminamos cantando las canciones de los pericos. Porque solo el sabia quien era sui generis. Nos tildo de jóvenes, y amenazo con días de arresto para el que no cantara a viva voz.
La moral era optima, hasta nos divertíamos. El oficial hacia bromas, decía palabrotas en latín, y opinaba sin comprometerse sobre la situación. El barco empezó a fallar se rompió un molinete, las mordazas no mordían, las drizas se filaban, y el barco adentro era un descontrol. Había mucha agua y la carta era un papel roto y mojado. El cadete German S, hoy teniente de fragata, dijo que no había problema que el había tenido problemas con el profesor de navegación y que se había pasado todo el verano tirando líneas sobre la carta de la rada de la plata y que el con una pinula y si el oficial autorizaba nos podía llevar sin carta.
Arreglamos los mordazas con manos, mucha fuerza, y mucha voluntad. El oficial bromeaba como si fuera un barco negrero, y pegaba azotes de mentira con el estrobo de la escota de mayor.
Veníamos en conserva con otro barco que estaba atrás y a sotavento, otro sonar de nombre Susana, la realidad es que en el fondo con el patrón del otro barco lo que estábamos haciendo era corriendo.
De un momento a otro dejamos de ver al Susana y nos angustiamos un poco. No se veía nada, el viento había aumentado la escora también y el frío también.
Entre todos tomamos la decisión de volver a buscar al Susana. En la virada casi nos tumbamos. Cuando subimos en la primera ola vimos el barco al garete. Nos aproximamos, tenían problemas con una driza con el molinete de estribor y con las mordazas. Un cadete improviso algo en proa, recuerdo que estaba atado con la cinta de un bolso HOOD, izaron y seguimos viaje hacia la plata lo mas juntos posibles, y mirándonos unos a otros. Ya era muy tarde, el cielo estaba negro.
En el barco se respiraba preocupación. Los chicos de proa hacían un buen trabajo controlando la escota y la driza. Al escota había que llevarla en la mano porque cuando cargaba la racha nos tumbábamos. El palo había perdido tensión y ya no orzabamos tanto. Estábamos cansados muy cansados. Se empezaba a negar.
Con German empezamos a pensar que la cosa se ponía de proa para entrar en la plata. German decía que el me entraba hasta de noche pero que corríamos un gran riesgo. Yo lo desaconseje radicalmente. Se me paso por la cabeza el relato que contaba mi papá del naufragio del Bahía 2, donde fallecieron dos amigos de la infancia de mi padre. Hable con el teniente que me escucho muy atentamente. Y dijo bueno yo la entrada a la plata la conozco bien porque había estado destinado en un buque donde iban bastante a la plata, y les aseguro que de proa y de noche no entramos ni en pedo. Pero el barco esta estable, vamos para adelante, y en rumbo, que hace frío, que hay hambre Bienvenidos a la armada caballeros, luego dijo algo en latín.
Y a los 10 minutos se dio vuelta y me dijo Emilio, (nunca me trataban por el nombre) vamos a tratar de acercarnos a la plata, no vamos a virar, vamos a seguir en este rumbo hasta lo mas cerca de la costa, ahí la ola será mas baja y además esta Punta Lara que nos va a refugiar. Si la cosa sigue mal derivamos como cadete cagandose rumbo a Baires, y si vamos a Baires los invito a todos una coca cola en el YCA.
Todos lo mandamos a cagar con la coca cola y le dijimos que lo que queríamos era un plato de ravioles. El teniente dijo bueno entonces si son ravioles los invito pero en el club de pescadores.
Hasta ese momento no sabíamos nada de nada de nada del resto delos barcos. Ni del barco madre, ni de nadie solo del Susana que estaba una milla atrás y una a sotavento.
Llevábamos una radio y alguien escucho algo. Era el barco madre que daba la orden de volver a Colonia. Podíamos recibir pero no emitir.
Yo no estuve de acuerdo. No teníamos la exactitud de donde estábamos pero se veían los barcos de la rada. Yo aconseje ir a Buenos Aires. El teniente me dijo, estas en la armada no en una regata con tu papá y luego me dijo excepto que no te acuerdes como entrar, si es así rápidamente cambiamos de situación y de la armada te paso a crucero con amigos y vamos a Baires.
Los otros opinaron que el rumbo era mas negado a Colonia, y que sin dudas llegaríamos antes a colonia que a Baires.
Viramos, y con foque solo planeaba de lo lindo, toda la tripulación en popa y cuerpeando la ola al mejor estilo láser, el barco era un avión. No se cuanto hacíamos pero mucho, supongo que cerca de 7 nudos. Lo único el barco amagaba a irse por ojo, pero yo tenia la experiencia de 6 años de optimist, y eso no fue un problema.
A las dos o tres horas estábamos en Colonia, entrar fue complicado porque la gente tenia el cuerpo entumecido y no teníamos cabos para amarrar, tiramos un cabo a una de las boyas, y nos marramos como pudimos. A vela y con viento era mi primera vez en Colonia, recuerdo que izamos la mayor para tener mas gobierno
Ya había un barco sonar amarrado y detrás entro el Susana.
Desembarcamos hicimos pis. Y fuimos a ver en el horizonte. Ahí se veían dos barcos. Uno al norte de San Gabriel y el otro bien al sur. El que estaba bien al sur era el madre y el otro hasta hoy no pude saber quien es. Pero no era el Leonor.
De ahí nos fuimos todos al vestuario de colonia. Nos pusimos todos en pelotas. Y yo con German nos fuimos a un laverrap con la ropa de todos para secar. Cuarenta minutos después cuando volví. Me informaron que el Leonor no aparecía.
Yo le informe a todos los oficiales que había visto o que habíamos visto un barco al norte de San Gabriel. Las autoridades de Colonia cuando yo volví ya estaban al tanto y ya estaba ADES para salir. Por eso es falso el forista que opina que se dio parte dos horas después.
Se hizo de noche muy fea, creo Ades no puedo salir. Nos alojaron en la prefectura de Colonia, donde nos dieron unos fideos riquísimos y te.
Se respiraba un clima terrible, ya todos sabíamos lo que había pasado. Rezamos un rosario. Los oficiales que dormían en otra habitación nos escucharon y se acoplaron al rezo. Ese día rezo todo el mundo hasta los mas agnósticos rezaron por volver a ver a los chicos.
Yo estaba asustado por mi papá que en aquel momento salía de una operación de corazón y él medico le había prohibido las emociones. Pedí autorización para ir a llamar por teléfono, pero el tubo de mi casa no andaba. Hable con mi abuela que vive a 12 cuadras de mi casa, me cago a pedos por llamar a las 11 de la noche. Le dije ándate a casa y decile a papá que yo estoy bien. Yo tenia miedo que mi viejo se enterara por la radio. Mi papa escucha radio Colonia a la mañana desde la época de la dictadura. Yo pensaba este boludo cuando lo escuche va a pensar que soy yo y ZAS al cardiovascular nuevamente.
Dicho y hecho, 6:30 de la mañana el amigo Ricardo de mi papá, llama a mi casa y le pregunta. Que tal Coco, sabes donde esta Emilio?
Mi viejo le dice Ricardo pelotudo son las 6 de la mañana, Estas loco. Y ahí le tira lo del Leonor. Casi se me muere el viejo ese mismo día.
A partir de ahí comenzó un operativo de búsqueda muy intenso. El centro de graduados del liceo naval, puso todos los medios disponibles para búsqueda. Contrato helicópteros. 12 miembros del centro se trasladaron a Colonia para caminar las playas. En Núñez, el Sr Rodríguez presidente del club coordino toda la ayuda no militar. La prefectura uruguaya se porto fantásticamente bien poniendo un guardacostas y un helicóptero. La armada argentina puso al King, durante tres días se los busco con mucho empeño y a medida que pasaban las horas las esperanzas eran menores.
En el Liceo naval se respiraba un aire terrible. Imaginen un colegio internado, donde todos se conocen, donde duermen todos juntos. Donde el espíritu de cuerpo es fuertísimo. Donde todos son amigos. Los cadetes de todos los años estaban desbastados. Las emociones estaban a flor de piel, casi no había clases y el único tema era el del Leonor.
Me canse y me escape de la isla, me fui a Colonia a buscar a los chicos. El jefe de cuerpo no se molesto en preguntarme si estaba autorizado o no a estar ahí. Con helicópteros y caminando se rastrillo toda la zona hasta que el día 11 de septiembre aparecieron uno a uno todos los cuerpos.
En la búsqueda aparecieron unos videntes oportunistas, que cobraron algún dinero. También estuvo mucha gente presente. Gente anónima que se porto fenomenal. Por ejemplo el Sr Paez Vilaro, y el gerente de shell en Uruguay, y un montón de gente de Colonia y Baires que dejaron sus trabajos y se dedicaron a caminar playas.
El barco apareció el día 7 de septiembre. Yo hable con los buzos de la armada uruguaya y me contaron que el barco estaba perfecto. Que no tenia nada, que el casco estaba entero, la maniobra puesta, el spi fuera de la bolsa, seguramente por efecto del naufragio y de la ola. Después se dijo que los chicos habían querido hacer una entrada monumental a Colonia con spi. Eso es una pelotudes porque el barco no tenia la mayor puesta y nadie con mas de dos horas en un barco se lo ocurriría poner el globo con 20 nudos y sin mayor. Y no olvidemos que a bordo iba el teniente O, con mas de tres años de experiencia en mercantes y con un curso de supervivencia en el mar.
El barco al momento de reflotarlo, le provocaron un rumbo en la banda de babor y pegado al quillote. Pero el rumbo fue provocado por la maniobra de reflote y no por el accidente. Al dia siguiente un reconocido yatchman y marino de profesión el sr Vicealmirante Golou fue el perito, que dictamino que el barco se había ido por ojo. Recordemos que el sonar es un barco de cockpit amplio y con popa cerrada. Yo al principio no estuve de acuerdo con Golou. Pero luego este en su casona de San Isidro y tres años después del accidente, me explico su dictamen con lujo de detalles.
Atando cabos recordé que estuvimos cuerpeando el barco justamente para no pararlo, con la ola de proa. O sea para no irse por ojo, lo que tiene bastante sentido.
Los chicos se murieron supongo yo de frío. A dos que eran muy amigos y que habían hecho junto la primaria también los encontraron juntos enroscados, a una boya a la altura de donde ambos Vivian, cerca de dock sud.
Al resto los encontraron cerca de Quilmes.
El barco fue remolcado a Rió Santiago por el patrúllelo King. Pero se les hundió cerca de la rada de la plata.
Cabe resaltar la gran calidad humana de todos los oficiales modernos del liceo, o sea los tenientes que estuvieron siempre ayudando. Apoyando, comprendiendo al grupo y tratando de reinstaurar la vida normal en el liceo.
Aclaración:
El liceo naval hoy con sede en Núñez tiene sumamente presente este accidente y extrema todas las medidas de seguridad en materia de navegación. Los cruceros se continúan haciendo pero desde el motovelero Tiyuca hasta que los cadetes van tomando confianza para ir en otro tipo de barcos.
El liceo naval hoy es un colegio de primera línea, con tradición de calidad académica, y con fuerte orientación humanística. Con un programa renovado donde la náutica ocupa un papel muy importante. Los chicos que comienzan con 13 años son iniciados en la vela, deporte que se practica en forma obligatoria una vez por semana. Además de embarcos periódicos en patrulleros y buques de la flota de mar.
Espero no haberlos aburrido mucho.

[latri]

JAE, tremendo relato. No solo que no es aburrido, sino que resulta imprescindible para quienes navegamos tener conciencia de los riesgos, sin que ello genere falsos temores. Y para ello resulta importante tomar contacto con historias como la tuya, que resulta aún mas trascendente al ser un relato de primera mano. Admiro la fortaleza para sobreponerse a semejante experiencia. Gracias por compartir.

[Mariano Grumete]

Imprescindible relato. Muchas gracias. Mis respetos a los fallecidos

[raya]

Gracias JAE por haber guardado el relato y compartirlo ahora. Es el que yo recordaba.

[raya]

Volviendo a las tumbadas, hay otros dos casos que recuerdo haber leído en el libro Pampero, de Álvaro Sires. Parecen imposibles. Uno es de un Grumete, creo que frente a Núñez, y el otro de una vuelta campana en el canal Martín García.

[Mariano Grumete]

El caso del Grumete lo conozco porque uno de los protagonistas navegó conmigo y me lo contó. El caso fue más o menos así. Dos amigos habían sacado el Grumete del padre de uno de ellos sin autorización para pasear con dos amigas. Un típico día de calor de verano de esos que al final de la tarde entra un pamperito que limpia. El tema es que los agarró desprevenidos, las rachas fueron muy fuertes y tumbó al grumete con el palo horizontal en el agua. Las drizas se trabaron, el barco muy escorado y haciendo agua, lo típico de esas situaciones extremas. Finalmente cuando pudieron arriar los restos de la mayor estaban muy adentro del río y el barco no estaba en condiciones de volver ciñendo ya que rifaron las velas. Intentaron volver pero no lograban acercarse. En tierra al ver que el barco no aparecía, se armó un fuerte revuelo y salieron a buscarlos con PNA. Finalmente los divisaron y remolcaron al club. Salieron en los diarios y los muchachos se comieron flor de reprimenda y supongo que esas chicas no navegaron nunca más
Por suerte, en este caso no hubo que lamentar víctimas.

[Hala]

Muchas gracias JAE, relatos como este me devuelven las ganas de seguir participando en el foro. Entiendo que dicho relato ya lo tenías escrito, digo esto para "protegerlo" ante una posible nueva pérdida de la info del foro. Abrazo

[Chanquete]

Pienso que una buéna traduccion de perdonante (por lo de forgiving yacht) es "indulgente"
No cierto?

[Hala]

Que raro que en este hilo no hayan nombrado al Storm 23 , conozco de primera mano uno que se fue a pique y estimo que hay un par más

[Ypake II]

Jae muchas gracias por compartir la experiencia.

[Raul]

JAE, gracias por el tremendo y claro relato, mis respetos a los fallecidos.

[marioest]

Jae tremendo relato. Gracias por compartirlo.

[Mariano Grumete]

Creo que el relato de Jae, merece un lugarcito en el sitio principal de Cibernáutica, donde se han resguardado algunos artículos, notas y posteos valiosos de distintos foristas. Espero acompañen mi moción.
Cordiales Saludos

[jospe]

Hala - mas arriba se comentó lo del Storn 23 , pero con el nombre de Bora Bora 23 . El Storn 23 después se llamó Bora Bora y lo fabricó Saltzman .

[marcelo_malara]

Hace algunos años navegabamos una noche frente a Colonia en un Holland 34 y una ola rompiente (que no vimos venir porque era de noche) tumbo el barco 90 grados, habra estado un segundo y se adrizo. No era muy alta, no mucho mas que la borda y practicamente no nos salpico.

[Mariano Grumete]

Pienso que una buéna traduccion de perdonante (por lo de forgiving yacht) es "indulgente"
No cierto?

"Perdonador" me gusta más chanque. Parece menos rebuscada.

[Chanquete]

Mira que la indulgencia expresamente no perdona los errores y desatinos, ofreciendo una anulacion de castigo, tendiendo a soportarlos.
Asi como un barco bien marinero soporta y se banca una tripulacion chanta.
Y la protege!
Ja ja ja
Saludos

[Chanquete]

Al sujeto que recibe la indulgencia se le recuerdan las macanas que se mando
Eso casi casi es docencia

[Chanquete]

Es Perdon Sin Olvido

[Chanquete]

Por ejemplo:
Te sorprende un pampero con toda la mayor izada.
El barco escora, el mastil y la jarcia crujen.
Un buen barco te lo perdona, pero te hace recordar que casi desarbolas.
Perdon sin olvido.
Creo que en ese sentido el español refleja mejor la realidad que un simple forgiving.

[pitu13]

Me imagine dentro del relato... que valiosa información para compartir, y gusto de leer, te pone la piel de gallina. Por más relatos asi.